lunes, 16 de abril de 2012

Melodía en la nieve


“Ya es invierno, cómo pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando escuché su risa por última vez”, pensó Zyke mientras miraba por la ventana, admirando la serenidad del bosque por la noche. El paisaje era sencillamente hermoso y tranquilizador. Los diminutos copos de nieve se posaban delicadamente sobre el suelo del bosque, cubriéndolo aun más con su blancura nívea. Los árboles, sumidos en su letargo invernal, parecían querer alcanzar los cristales helados que descendían por su lado.  A Zyke le transmitía serenidad la nieve, era la única cura para el dolor y la melancolía que desgarraban su corazón desde hacía un tiempo.
Ni siquiera el viejo piano de cola lograba atenuar su tristeza. Desde aquel suceso, el polvo, como si de oscuros copos de nieve se tratase, había ido cubriendo sus teclas. La guitarra eléctrica languidecía en el interior de su funda, suplicando el tacto de una púa sobre sus cuerdas. Pero no tenía sentido arrancarles acorde alguno, sonarían completamente vacíos. Sin ella nada tenía sentido, ella era lo que le daba color a su música y sentido a sus canciones.
Zyke suspiró, apoyando la cabeza en la otra mano. “Seguir adelante”, qué fácil es soltar esa frase para quedar bien. Pero lo difícil es ponerse en el lugar de esa persona que sufre, sentir su infinito dolor, palpar su tristeza, llorar sus lágrimas. “No tienen ni idea”.

El eco de una cantarina risa lo sacó de su ensimismamiento. Era su risa. “Alto Zyke, ella está muerta, no te hagas falsas ilusiones”. Volvió a oír la risa y su corazón se llenó de un sentimiento que creía perdido, encadenado en lo más profundo de su ser: la esperanza. No tenía nada que perder, no podía perder nada por averiguar a quién pertenecía esa hermosa risa. Se puso su antigua gabardina negra de cuero y salió al encuentro de la noche en el bosque. Miró hacia todos lados, intentando encontrar algún tipo de rastro. De repente pudo ver un resplandor fugaz que desapareció en dirección a lo más profundo del bosque y decidió seguirlo, aferrándose a ese reducto de esperanza que se había instalado en su corazón. Corriendo lo más rápido que pudo, llegó al lugar donde aquel resplandor había brillado, encendiendo la llama de su alma perdida. Un repentino parpadeo le reveló la figura transparente de una niña menuda de rizos color azabache y tez del color de la nieve. Sin poder contener el sentimiento que lo embargaba, Zyke cayó de rodillas sobre la nieve ante la etérea figura. No podía creerlo, era ella. Su amor, su inspiración, su luz, su vida… su hija. Intentó agarrar la fina tela de su camisón, pero sus dedos atravesaron la figura limpiamente sin tocarla.
-Papá… -susurró ella con una vocecita infantil y Zyke no pudo contener más sus lágrimas. Dejó que salieran y resbalaran dejando pequeños surcos húmedos en sus mejillas.
-Melody…
-Papá no llores. He venido para llevarte conmigo. Toma mi mano y te llevaré donde estaremos juntos para siempre –le tendió la translúcida mano con la palma extendida hacia arriba.
Hacía muchísimo frío. Zyke estaba seguro de que no podría levantarse aunque lo intentase mil veces. Sentía el cuerpo entumecido y apenas podía mover los brazos. Sin dudar, tomó la manita que le ofrecía su hija entre las suyas, y esta comenzó a entonar una delicada melodía con su aguda voz. Zyke la reconoció al instante, era la canción que compuso expresamente para ella y que le cantaba todos los días antes de dormir. La nieve había dejado de caer y la nana de Melody estaba llegando a su fin, fundiéndose con el susurro del gélido viento que soplaba entre los árboles, cuando Zyke se abandonó al frío de la noche.

6 comentarios:

  1. Leído. Está bien escrito, lo que ya es un punto a favor. El final me ha recordado, en cierta medida, a "Noctalia", es decir, que también me ha gustado. Sabes que se empieza por un relato corto, se pasa a uno largo, y sin darte cuenta, estás escribiendo una novela, ¿lo sabes, verdad?

    Un abrazo ;)

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  2. Gracias por los comentarios, resulta agradable saber que lo que escribo le gusta a otras personas :)

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  3. me han gustado varios pero este tiene un algo especial que me ha atrapado, es muy bonito.

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  4. que texto mas maravilloso. La historia es preciosa y esta muy bien escrita. Si te gusta escribir, lanzate a ellos, porque en mi opinion tienes cualidades.
    ¿sabes una cosa? dicen que los bueno autores tienen la facilidad de hacer que un texto parezca facil de escrbir. A mi este ma ha parecido que ha salido solo, como un suspiro, y sin embargo estoy segura de que detrasa de esto hay bastante trabajo.
    Me ha encantado, muy muy muy bueno:)

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